lunes, 1 de octubre de 2012

Carta de Fancy Eagleton: tu amor secreto (*)


Me pregunto, desde hace tiempo, y casi obsesivamente, cómo es que supiste de mi existencia, porque es incuestionable que en todas las canciones de Amazed at the ocarina upside down se habla, aunque sea en un breve pasaje, sobre mi persona. A veces es tan solo una palabra en un verso, otras veces la alusión es más incuestionable, y toda una estrofa está dedicada a mí, pero el hecho es que necesito saber de dónde me conoces, querido Zimmerman; cómo supiste que yo era tu más fiel e incondicional fan.
Podrás pensar que estoy loca, que alucino al pensar que has hecho referencias a Fancy Eagleton en tu último disco. Porque, ¿quién es Fancy Eagleton? ¿A qué autor que quiera que sus productos sean escuchables y, sobre todo, vendibles se le ocurriría hablar de una simple chica de dieciséis años, cuyo único logro es ser la mesera con el trasero más tocado de toda la West Coast?
Sí, puede que tengas razón al pensar que estoy loca, pero voy a poner algunos ejemplos para ilustrar lo que digo:
1) “A ella le gusta ser tocada por las manos del mal”, es un mensaje directo hacia mí, o hacia mi trasero, que en definitiva, vienen a ser la misma cosa. Hace poco leí en una revista de psicoanálisis que Freud decía que los objetos parciales pueden ser considerados, en algunas ocasiones, como la representación de una totalidad. Mi trasero soy yo, en última instancia.
2) “Así que todos seremos blancos del tiro”, es decir, cualquier persona, sin importar su condición social o la marca de su ropa interior, puede ser una musa inspiradora para Zimm (¡Oh, hermoso Zimm, cuánto te amo, cuánto te amo!)
3) “Con la ilusión del juego que no encuentra una ocasión”: es así como sigue el verso anterior. Sabes bien, Zimm, que puede haber un “juego” conmigo, pero eres un cantante famoso, una persona pública, y nuestro amor te hundiría en la deshonra. Las oprobiosas lenguas te destruirían. Sin embargo, Zimm, te arriesgas a escribir este tipo de metáforas para mí. Oh, Zimm, cuánto te amo…
4) “El viento esta vez no está de tu lado”. ¿Sufres por nuestro amor imposible? Sí, lo haces, porque sabes que el viento no está de nuestro lado. Oh, pobre, pobre Zimm.
Creo que con esta muestra analítica de versos dedicados a mí no hace falta seguir insistiendo: Tú y yo estamos enamorados. No puedo esperar conocerte y que te animes a decirme todo lo que sientes por mí. Solo quiero eso. No espero que abandones tu fama ni tu música para estar conmigo; no… eso jamás podría pedírtelo, sería muy egoísta. Pero me sentiría mucho más aliviada si me confirmaras mi sospecha.
Sé que tú recibirás esta carta, Zimm. Hasta entonces, seguiré llorando en mi cama, escuchando tus canciones, y solo seré la chica con el trasero mas manoteado de la West Coast.
Tu amor secreto…
Fancy Eagleton.

Traducción: Fabián Muniz

(*) - Texto aparecido en la edición del 14/VIII/2012 del 'Denver Post'

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